Al presentador de Univision Jorge Ramos le tomó apenas tres segundos para marcar el tono de la edición post-Fidel de su progama semanal de discusión de asuntos políticos Al Punto. Con una sola frase, Ramos puso en evidencia al resto de la prensa estáblishment:
La más reciente edición de Al Punto (transmitida por la cadena Univision) dio un giro muy distinto a la muerte de Castro en comparación con el resto de la prensa estáblishment, la cual se dio a la tarea de pasarle el paño tibio a las brutalidades grotescas que el régiimen castrista le ha infligido al pueblo cobano durante el transcurso de los pasados 57 años. Quien vio Al Punto no vio justificaciones a las violaciones de los derechos humanos, ni vio el intento de justificar las atrocidades de Castro con trillados argumentos de medicina socializada y tasas de alfabetismo. El programa completo fue dedicado a llamar a las cosas por su nombre- en el caso de Fidel Castro: Dictador. tirano. Asesino.
Tras el segmento de apertura, Ramos da paso a una entrevista con varios integrantes del Congreso de origen cubano: los representantes a la Cámara Ileana Ros-Lehtinen (R-FL) y Mario Díaz-Balart (R-FL), el excongresista Lincon Díaz-Balart (R-FL), y el senador Bob Menéndez (D-NJ). E próximo segmento mostró una entrevista a la periodista Ninoska Pérez junto a la activista Ofelia Acevedo, viuda del disidente Oswaldo Payá quien falleció en el 2012 bajo circunstancias aún por esclarecer (pero se sospecha del régimen). Ambas damas se niegan a permanecer en silencio ante la barbarie, y sus relatos fueron conmovedores.
Ese segmento fue seguido de una entrevista con Helen Aguirre-Ferré, directoria de medios hispanos del Partido Republicano. Este fue el único segmento en donde Ramos se desvió un poco del tema de Cuba para tocar la inmigración, pero fue algo bien ligero y bien breve. A tono con la tradición del programa de unir la política con el entretenimiento, Ramos entonces entrevista al legendario megaproductor Emilio Estefan, quien cuenta el impacto que tuvo el fallecido tirano sobre su vida y la de su familia. Ramos cierra el programa con dos retransmisiones: la de su entrevista del 2014 con el guardaespaldas de Fidel, y de su entrevista con Fidel a principios de los 90 en Mexico, en el cual fue empujado por los guardias del dictador.
Seremos críticos de Ramos, Univision, y de Al Punto, pero la justicia nos obliga a brindar constancia de lo que hicieron bien en este programa...es decir, todo. Jorge Ramos rompió con el resto de la prensa. Se puso de pie y llamó al dictador por su nombre. El tono del programa era adecuado, guardando cierta sobriedad ante la noticia. Los televidentes lograron ver la realidad de Fidel Castro en voz de aquellos cuyas vidas fueron afectadas por el tirano, y se les dio espacio para llegar a sus propias conclusiones.
Esto no significa que Univision llevara el mismo enfoque sobre la muerte de Fidel a través de todas las plataformas. El medio digital difundió una hagiografía asquerosa, creada originalmente para celebrar los 90 del tirano, como verán.
Espero que, en el interés del servicio público, la cadena coloque subtítilos en inglés a esta edición de Al Punto para luego difundirla a través de sus plataformas, para que la prensa aprenda a darle la debida cobertura a Fidel Castro. Este programa dio clínica, y verlo es imprescindible.
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