La semana pasada, Jorge Ramos fue a Puerto Rico para, en sus propias palabras, “ver cómo estaban las cosas después de los huracanes”. Los segmentos que transcurrieron en la edición más reciente de Al Punto con la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín Cruz y con el gobernador Ricardo Rosselló obligan la pregunta: ¿por qué se molestó en dar el viaje?
Desde el principio, Ramos crea la expectativa para sus televidentes: A Yulín se le iba a dar el trato con guantes de seda y de paladina mientras que a Rosselló le iba a meter las manos.
JORGE RAMOS: Viajé a Puerto Rico para ver cómo estaban las cosas después de los huracanes, y allí la alcaldesa de San Juan Carmen Yulín cruz me enseñó dónde ha dormido en las últimas seis semanas. Además, le pregunto al gobernador Ricardo Rosselló sobre el contrato de trescientos millones de dólares para restaurar la electricidad y que él mandó a cancelar.
El problema con la cobertura mediática de Puerto Rico hasta el momento es uno bien sencillo. Tras la devastación que dejó el paso del huracán María por Puerto Rico, nuestra prensa vaga doméstica se dio a la tarea de colocar su lente binario Trump/anti-Trump sobre los issues mucho más complicados que tienen que ver con Puerto Rico. En el caso de los periodistas angloparlantes, uno podría ser generoso y adscribírselo a la falta de competencia cultural. Pero para Ramos, la presunta “Voz de los Hispanos de los Estados Unidos”, no existe tal excusa.
Ramos, habiendo viajado a Puerto Rico en múltiples ocasiones y reportado sobre temas relacionados a la Isla, sabe mucho mejor que eso. Por lo tanto, la cobertura que Ramos le ha brindado a las postrimerías del paso del huracán María por Puerto Rico tan solo puede llevar al televidente docto a observar que a Ramos no le importa Puerto Rico en lo mínimo, salvo para alimentar su guerra eterna contra Donald Trump y promover a los separatistas.
La alcaldesa Cruz de San Juan, quien recibió el endoso del socialista Bernie Sanders para su campaña de reelección en el 2016 e intercedió por la liberación del terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera, resulta muy útil para la cobertura de Ramos. Ramos le dio el turno estelar a Cruz, y montó la entrevista desde la sede del Municipio de San Juan en el Coliseo Roberto Clemente.
Hablando de lo montado, Ramos inicia su entrevista desde un par de paletas llenas de suministros en el interior del Coliseo. Después que Cruz habla de los esfuerzos del municipio y lanza par de ataques tanto a Trump como al contrato con la empresa Whitefish, Ramos mueve la entrevista al dormitorio privado de la alcaldesa en el interior del Coliseo. La entrevista de Cruz fue diseñada con el fin de transmitir calidez, familiaridad, y solidaridad. No se le hizo pregunta difícil a Cruz. Al contrario, se le permitió hablar extensamente, sin interrupciones.
El tono cambió cuando Ramos llegó a La Fortaleza. Ramos procede a entrevistar al gobernador Rosselló como si fuera un político mexicano sorprendido con una caja fuerte llena de dinero de Odebrecht. Aún el montaje de la entrevista es adversarial, con tomas apretadas al estilo de 60 Minutes.
Ramos le brinda un flaco servicio a la cobertura de Univision de Puerto Rico al intentar ligar a Rosselló (delegado de Clinton en la convención demócrata del 2016) con Donald Trump, en servicio de su narrativa de contrapoder. Esto se hace, además, para crear las condiciones para darle cobertura más favorable a la alcaldesa Cruz. Lo cual es lamentable, porque Ramos desperdició una oportunidad para hacerle preguntas difíciles a Cruz. por ejemplo:
¿Por qué se ha demorado tanto el Municipio de San Juan en remover escombros que estaban presentes desde el huracán Irma?
¿Fue apropiado invertir fondos municipales en una fiesta de bienvenida para el terrorista convicto de las FALN Oscar López Rivera en un momento en que el municipio se ha visto precisado a aumentar los impuestos y las patentas municipales para fines presupuestarios?
Hablando de López Rivera, ¿podría explicar la Alcaldesa el contrato de consultoría otorgado a Clarissa, hija de López, en el cual factura $40 la hora por “reuniones telefónicas”?
Cuando Cruz hizo un video para Al Jazeera Plus mientras estuvo en Washington, D.C., describió al huracán María como una oportunidad de “redefinir la relación” entre Puerto Rico y los Estados Unidos. ¿Qué conlleva esa redefinición precisamente?
Si tan sólo Ramos hubiese ido a Puerto Rico a hacer preguntas en lugar ir para darle más pauta y promoción al show de la alcaldesa Cruz. Pero ya debe de estar bien claro que a Jorge Ramos no le importa Puerto Rico.