El veterano presentador de Univision Jorge Ramos sigue propagando cobertura viciada de las postrimerías del paso devastador del huracán María sobre Puerto Rico. Como vemos en una edición reciente del semanario político Al Punto, aún un conocido simpatizante del terror es un invitado aceptable siempre y cuando aporte a la línea narrativa favorita de Ramos, la cual está inequívocamente en contra tanto de Donald Trump como del gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló.
Ramos, yendo directamente al punto, le pidió a Residente, artista de Univision Music, que aclare sus críticas contra el gobernador Rosselló y el presidente Trump. Específicamente, Ramos indagó de Residente sobre sus declaraciones de que Rosselló debió pararse firme ante Trump, de quien dice que sólo le ha “faltado el respeto” a los puertorriqueños (no obstante los miles de millones de dólares que el presidente ha autorizado ante el desastre para la reconstrucción).
Ramos…..tiene que ser mucho más fuerte a la hora de defenderse como país. ¿A qué te refieres?
Residente: Pues mano, cuando… un ejemplo, el más simple y más obvio fue cuando vino Donald Trump lo que hizo fue faltarnos el respeto a todos lo boricuas, todos los puertorriqueños…
Residente le hizo eco fiel a casi todos -si no a todos- los argumentos narrativos de Ramos respecto a Puerto Rico, hasta el relato torcido del incidente de papel toalla de Trump (el cual desmintió un testigo ocular y cuyo recuento fue expuesto aquí en MRC Latino). Las críticas de Residente también reflejan puntos que Ramos trató de circular en una entrevista atroz con el gobernador Rosselló.
A estas alturas, queda clarísimo que Ramos tan solo invitará a un número selecto de invitados (aparte de los oficiales electos locales) en materias relacionadas a Puerto Rico- y que Residente es uno de esos pocos. En este respecto, la importancia del invitado es más bien como instrumento de validación -el medio para alcanzar un fin con el que Ramos puede tergiversar posturas impopulares y presentarlas como si fueran la corriente dominante- en este caso, apoyo para la independencia de Puerto Rico, la cual en su mejor día jamás ha superado el 5% en las urnas electorales.
Cabe señalar que Residente es un invitado fácil. A fin de cuentas así fue como Residente presentó la detención del terrorista convicto de las FALN, Oscar López Rivera:
RESIDENTE: Así que este tipo creía en la independencia [de Puerto Rico]. Estuvo preso debido a sus creencias.
...no tenían nada en su contra, ¿viste? Así que se crearon la “conspiración sediciosa”. Crearon eso para ponerlo preso. Y hacen eso cuando no pueden encontrarle nada.
Como dije entonces, no fue la creencia en la independencia lo que llevó a López Rivera a la cárcel sino las seis libras de dinamita y cuatro detonadores que le encontraron en el apartamento, además del intento de fuga de la prisión federal. Pero los hechos pasan a un segundo plano ante la narrativa, sea para endiosar a un terrorista o en nombre de la guerra infinita de Jorge Ramos contra Donald Trump.
Pero a Residente, ¿se le puede tomar en serio con cosas aparte de sus propias producciones? Más importante aún, ¿se puede confiar en Jorge Ramos para que cubra las noticias importantes del día de manera fidedigna? En ambas instancias la respuesta es un no rotundo.
Jorge Ramos alardea de no tener miedo a plantear las preguntas fuertes. Pero en ninguna parte de esta entrevista (incluyendo el podcast subsecuente con audio inédito) se ve que Ramos le haya preguntado a Residente sobre su inhabilidad de responder ante una pregunta sencilla de CNN en Español sobre si Venezuela es una dictadura- lo cual debería ser equivalente a un enorme fallo moral ante los ojos de alguien que dice ponerse de pie ante las dictaduras y los abusos de derechos humanos.
Así gagueó Residente cuando se le preguntó si Venezuela era dictadura:
MARIA SANTANA, CORRESPONSAL, CNN EN ESPANOL: ¿Crees que Venezuela ahora está viviendo en una dictadura?
RESIDENTE: Yo no vivo ahí, mano. Yo te puedo hablar de Puerto Rico y de los Estados Unidos, que son los dos países que me afectan a mí, y que yo estoy viviendo aquí en Estados Unidos y sé lo que pasa.
Para contexto, aquí la respuesta completa de Residente:
Yo no vivo ahí, mano. Yo te puedo hablar de Puerto Rico y de los Estados Unidos, que son los dos países que me afectan a mí, y que yo estoy viviendo aquí en Estados Unidos y sé lo que pasa. En Venezuela, todos los que...tú, como yo, como cualquier otro que viene de afuera, obviamente- si nos dejamos llevar por el...el....el mainstream media, vamos a decirte que sí...sí, es una dictadura, si, si nos dejamos….pero uno no se puede basar en eso nada más. Yo aquí pienso que para uno poder hablar sobre un país debes -además de conocer lo que dice el mainstream media -y más el de Estados Unidos que como que te va a hablar negativo obviamente sobre lo que pasa allá- debes vivir allí, comprar leche, pan y huevos, hacer fila- ¿no hay leche pan y huevos? Se hacen filas gigantes- sufrir lo que está sufriendo la gente pa’ poder darte una buena...a mí me encantaría poder entenderlo a ese nivel, pero no puedo. Pero sí es una situación supercomplicada.
Que Ramos haya dejado pasar más de trece minutos sin hacerle a Residente una sola pregunta sobre esto es indignante. Y no digo esto con el fin de criticar a Residente, cuyas inclinaciones políticas son cuestión de récord público. En todo esto, Residente ha sido el más transparente.
Por otra parte, Ramos ha construído esta fase tardía de su carrera sobre un aura de autoridad moral. Su disposición a hacerse de la vista larga (o en buen puertorriqueño, pichar) ante la inhabilidad de Residente de llamar a una dictadura por su nombre es una traición del código moral que procura imponerles a los demás, y le hace un daño incalculable a los millones de puertorriqueños que aún luchan por superar las postrimerías del paso del huracán María.
¡Qué vergüenza!
