Daniel Garza, director de la Iniciativa LIBRE, tiene un mensaje para los cabecillas de la Junta de Gobernanza de la Desinformación (DGB por sus siglas en inglés), en pausa por el momento, y sus lacayos en los medios de comunicación hispanoparlantes: no traten de silenciar a los latinos porque no lo lograrán.
En un artículo de opinión publicado por Inside Source, Garza profundizó en el tema de la desinformación y la amenaza que la JGD representa para los hispanos. Este es un grupo demográfico que en muchos casos llegó a los Estados Unidos tras huir de regímenes opresivos conocidos por vigilar, microgestionar e incluso castigar a los ciudadanos por expresarse libremente.
"El 27 de abril, el Departamento de Seguridad Nacional anunció la creación de su nueva Junta de Gobernanza de la Desinformación. Unas semanas más tarde, el 18 de mayo, la puso en pausa. Mientras que la junta no duró mucho, la amenaza que representó, la supresión de la libertad de expresión, requiere una vigilancia casi eterna", explicó Garza en su párrafo inicial.
Y debemos estar atentos porque uno de los pretextos del gobierno de Biden para crear la versión del 2022 del Ministerio de la Verdad, lo es "contrarrestar la desinformación en las comunidades hispanas en particular". Esto lo amplificó Telemundo en un informe cuyo presentador describió a la JGD como "una junta de desinformación contra coyotes y traficantes de personas", e ignoró las controversias generadas por su directora.
Digan lo que digan, como explicó Garza, nadie en los Estados Unidos del siglo 21 sabe más que la comunidad hispana sobre "las agencias gubernamentales que vigilan, microgestionan e incluso castigan la libertad de expresión de los ciudadanos". "Saben, de primera mano, que los regímenes corruptos en Centro y Suramérica durante mucho tiempo han usado el pretexto de la "desinformación" para oprimir de manera descarada y orwelliana", señaló.
Aquí algunas conclusiones del editorial de Galarza acerca de las juntas de desinformación activas en las Américas:
1. Cuba: El Instituto de Información y Comunicación Social se creó para enjuiciar a quienes apoyen las protestas contra el régimen comunista en los medios sociales. Tras las inusitadas protestas públicas en La Habana del verano pasado, los censores arrestaron a más de 1.000 cubanos, cientos de los cuales siguen detenidos, y cometieron al menos 130 violaciones documentadas del debido proceso. ¿Sus crímenes? "Difundir noticias falsas" y "promover la indisciplina social".
2. Venezuela: El gobierno del presidente Nicolás Maduro bloquea aplicaciones, castiga las críticas e inunda las plataformas con mentiras para confundir al público.
3. Nicaragua: El presidente Daniel Ortega acaba de claudicar 25 organizaciones sin fines de lucro que critican su régimen opresivo, en un guiño a la triste historia de censura totalitaria de la nación durante la Guerra Fría.
4. México: Los legisladores ahora están instituyendo nuevas regulaciones para los medios sociales.
"Contrario a la implicación del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, de que los hispanos necesitan protección especial contra la desinformación, vale recordar que los nuevos estadounidenses saben discernir lo suficiente como para navegar por el impenetrable enjambre de nuestro disfuncional sistema de inmigración", escribió.
Y, como discute, "mientras la libertad puede ser desordenada, y las malas ideas y los falsos rumores en línea pueden afectar al mundo real, la censura es peor, como atestiguará cualquiera que haya vivido bajo su yugo. En el mundo real, la única solución al discurso nocivo es más discurso, no menos. Incluso si la Junta de Gobernanza de la Desinformación del gobierno tiene las mejores intenciones, "nosotros, el pueblo", haríamos bien en ejercer nuestros derechos de la Primera Enmienda y decirle al gobierno: gracias, pero no gracias".
Un mensaje que habrán de repetir los millones de latinos que ahora llaman hogar a los Estados Unidos.
Para leer el artículo de opinión completo de Daniel Garza, por favor siga este enlace.