En un episodio receinte de “Real America” transmitido en la cadena Fusion, el presentador Jorge Ramos muestra el grado al cual las historias de éxito individual no son sino un accesorio de frente a una agenda más abarcadora- y ni siquiera se salva un brillante neurocirujano .
La historia de vida del doctor Alfredo Quiñones es testimonio vivo del sueño americano, el relato de superación de un joven inmigrante que llegó a los Estados Unidos, se esforzó, y alcanzó la cima de su profesión. Los estadounidenses, independientemente de nuestro trasfondo, podemos todos encontrar algo que celebrar al escuchar el relato conmovedor del doctor Quiñones.
Pero en manos de Jorge Ramos, tanto la biografía de Quiñones como sus logros impresionantes, se convierten en utilería a ser utilizados al servicio de la agenda migratoria. Para Ramos, la totalidad del tiempo que pasó en compañía de un neurocirujano brillante se redujo a un solo punto: la comparación forzada entre Quiñones y todo un segmento demográfico migratorio:
JORGE RAMOS, PRESENTADOR, REAL AMERICA: Si deportamos a los Dreamers que vienen aquí a hacer a los Estados Unidos verdaderamente grandiosos, podríamos perder a miles como el doctor Q y quizás hasta una cura para el cáncer.
Tanto el raciocinio reductivo de Ramos como sus generalizaciones ociosas hacen pasar el esfuerzo y logros de Quiñones a un segundo plano, reduciéndolos a utilería política al servicio de una agenda de frontera abierta que va más allá del deseo popular de traer estabilidad a quienes fueron traidos al país ilegalmente por sus padres.
El foco adicional en neurocirugía fue un cambio bienvenido a lo que normalmente se ve en las presentaciones de Ramos: el sermoneo con relleno político.
En fin, también muestra que Ramos podría hacerlo mejor- es decir, si de verdad quisiera.