Un contingente de reporteros anti-Trump recientemente se desplegó a Puerto Rico con motivo del primer aniversario del huracán María. Los reportajes que presentaron sobre la visita tienen algo en común: contenido que deliberadamente oculta la magnitud de la ayuda federal que está propulsando gran parte de la recuperación en la Isla.
El programa Real America with Jorge Ramos, que cuenta con el auspicio de Facebook Watch, es un buen ejemplo de dicha clase de periodismo deshonesto. Con la excepción del segmento donde el secretario de Seguridad Pública de Puerto Rico, Héctor Pesquera, habla con franqueza sobre el panorama general que enfrenta la isla mientras se recupera del desastre, la mayor parte del programa estuvo plagado de enormes lagunas de información.
Por ejemplo, en su primer segmento con el legendario médico José Vargas Vidot, Ramos hace hincapié en el aumento de suicidios que se registró en Puerto Rico tras el paso del huracán, pero no menciona que aun así, en 2017 se registró la tercera cifra más baja de suicidios desde el año 2000 (el número de suicidios había descendido a su punto más bajo justo el año anterior al huracán).
La exclusión de contexto pertinente vuelve a evidenciarse en su entrevista con la derrotada candidata a la gobernación Alexandra Lúgaro, quien terminó en tercer lugar (con el 11% de los votos) en las elecciones de 2016. La entrevista con Lúgaro se llevó a cabo frente a un plantel escolar cerrado, donde la excandidata declaró "creo que la educación es la raíz de todos nuestros problemas". Ramos realza las quejas de Lúgaro sobre el masivo cierre de escuelas públicas en la isla, pero nunca menciona que dichos cierres se deben principalmente al sostenido y agudo descenso de la población de edad escolar en Puerto Rico.
Ramos tampoco menciona que Lúgaro fue directora ejecutiva de una firma de servicios educativos, América Aponte y Asociados (investigada por fraude en 2015, por el FBI) que a través de los años manejó $46 millones en programas sufragados con fondos federales. Además, Ramos obvia que bajo el liderato del actual gobernador, Ricardo Rosselló, se ha lanzado un programa de escuelas chárter y vales educativos diseñado para mejorar las oportunidades de educación que se ofrecen a la población escolar.
Ramos se comporta como todo un fanático de Lúgaro. No le hace ninguna pregunta crítica ni mucho menos cuestiona su ataque despiadado contra el apoyo a la estadidad por parte del electorado puertorriqueño.
ALEXANDRA LÚGARO, EXCANDIDATA A LA GOBERNACIÓN: La mayor parte de la gente en Puerto Rico escoge la estadidad, y tenemos que entender por qué escogen la estadidad. Somos, por más de 500 años, una colonia. Primero de España, y ahora de los Estados Unidos. Se nos ha enseñado en las escuelas a pensar que somos pequeños, que somos pocos, que no podemos hacer las cosas por nosotros mismos.
Así que en los ojos de Lúgaro (y como Ramos permite que se establezca sin cuestionamiento alguno) el apoyo que el pueblo puertorriqueño manifiesta a la estadidad en las urnas no tiene nada que ver con una aspiración legítima y lógica de asumir todos los derechos y responsabilidades de su ciudadanía estadounidense después de 120 años como territorio de los Estados Unidos y más de 100 años como ciudadanos, ni tampoco el próximo paso político natural que ha tomado cada uno de los demás territorios poblados por cantidades comparables de ciudadanos estadounidenses.
A lo largo del programa, Ramos evita mencionar que el Congreso de los Estados Unidos, las agencias federales y el presidente Donald Trump han aprobado decenas de miles de millones de dólares para la recuperación de Puerto Rico. Al contrario, la impresión que Ramos quiere transmitir a su audiencia (y hasta ahora casi un millón de personas han visto este episodio en Facebook) es que los puertorriqueños han quedado prácticamente solos en la tarea de reconstruir y recuperarse.
JORGE RAMOS, PRESENTADOR, REAL AMERICA: Antes del próximo huracán, las cosas no van a mejorar mucho aquí en Puerto Rico porque el gobierno todavía está en quiebra, miles de personas se están yendo, y honestamente el Congreso en Washington no está dispuesto a hacer mucho más.
Facebook debería avergonzarse de su asociación con Ramos en la propagación de un periodismo tan burdamente deshonesto.