El veterano presentador del Noticiero Univision Jorge Ramos confirma, una vez más, que el racialismo es medular a su perspectiva, y expresiones pasadas ponen en evidencia su llamado reciente a que haya mayor representación hispana en el Congreso de los Estados Unidos, El llamado está en pie, pero ¿es en serio? ¿Qué quiere decir Ramos en realidad?
Vean a Ramos en su semanario político Al Punto, asegurando que habrá 37 hispanos en el Congreso, una cifra récord, a la vez que lamentaba el hecho de que la cantidad de hispanos en el Senado no es proporcional a la cantidad de hispanos en el país:
JORGE RAMOS, PRESENTADOR, AL PUNTO: Ahora habrá 37 congresistas latinos representándonos. Esto es un récord, pero la verdad, aun falta mucho. En el Senado, por un ejemplo, solo tenemos cuatro senadores de origen latino cuando en realidad debería haber por lo menos 18.
Tengan presente que este es el mismo Jorge Ramos que en el pasado acusó a dos de estos cuatro senadores de ser traidores a la raza, y celebró sus respectivas derrotas en la primaria presidencial republicana de 2016. Como explicamos en nuestra reseña de la entrevista de Ramos con El Intermedio de España, no puedes chillar por la falta de representación por un lado, y por el otro tachar de malinches a la mitad de esos senadores.
El reduccionismo racialista de Ramos no toma en cuenta tales cosas como la dinámica particular en cada uno de los estados en donde los hispanos se postulan y ganan, ni cuestiona nada en los estados donde pierden. En California, por ejemplo, el presidente Pro Tempore del Senado Kevin de León retó a la senadora Dianne Feinstein. Sin embargo, no vemos a Ramos cuestionar el por qué Feinstein derroto a de León, ni vamos a esperar un análisis forense de esta carrera en su columna semanal. Tales preguntas podrían resultar incómodas.
Visto así, el llamado de Ramos por mayor representación hispana en el Congreso es, como poco, insincero. ¿En verdad quisiera ver a más Marco Rubios y Ted Cruzes en el Senado? No creemos que ese sea el caso. Dado su antecedente de expresiones llamando a hispanos conservadores, queda clarísimo que Ramos quiere ver a 18 hispanos en el Senado, siempre y cuando se conformen a la ideología de Luis Gutiérrez, Bob Menéndez, o ahora una Alexandria Ocasio-Cortez.
La diversidad sigue siendo lo principal en el mundo de Ramos, siempre que no pase de ser diversidad de a flor de piel solamente. Y que ni se molesten los conservadores, sean hispanos o no.