Tara Reade, la mujer que acusó a Joe Biden de agredirla sexualmente en 1993, habló en exclusiva con NewsBusters sobre la selección de Kamala Harris como compañera de fórmula vicepresidencial para Biden. En el pasado, Harris había dicho que deberían escuchar a Reade y que le creía a sus otras acusadoras.
Reade me dijo: "Los periodistas deberían preguntarle sin tapujos por qué hubo una campaña de desprestigio en contra mía, y por qué Kamala fue tan agresiva y tajante con [el entonces candidato de la Corte Suprema Brett] Kavanaugh; y ella sabe que aquí hay una acusación creíble de agresión sexual contra el senador Biden".
Como marco de referencia, Harris investigó a Kavanaugh durante las audiencias de 2018, incluso cuestionando: "¿Está de acuerdo en que es posible que los hombres sean amigos de algunas mujeres y traten mal a otras?"
Reade, exayudante senatorial de Biden, cuestionó si Harris "lo ignorará por su sed del poder" o "si responsabilizará a Biden”. ¿Guardará silencio? Advirtió: "Abordar la violencia sexual como un asunto partidista no es tan sólo un desaire para los sobrevivientes y peligroso para las víctimas; es la razón por la cual los sobrevivientes temen revelar la verdad". Aun así, Reade concluyó: "El partido demócrata se ha convertido en facilitador de los depredadores sexuales".
Sobre los esfuerzos por silenciar a las mujeres que se han pronunciado en contra de personas como Harvey Weinstein y Jeffrey Epstein, Reade me dijo: "La violencia sexual es uno de los principales problemas que tenemos en este país. No se puede ignorar. Esta táctica [de los medios de comunicación] de difamar e ignorar no va a ningún lado conmigo. No me dejaré intimidar. No me podrán callar”.
(En cuanto a Epstein, dos mujeres ubicaron a Bill Clinton en la isla de sexo privada del pedófilo fallecido. Pero esta noticia prácticamente pasó desapercibida en los noticiarios.)
Reiteró que no tiene nada que ganar con esto: "Nadie me está pagando. Literalmente me ha costado todo". En cuanto al romance de las celebridades y los medios por la dupla de Biden/Harris, Reade es inflexible:
No me importa si los oligarcas o celebridades les apoyen. Lo más importante para mí es que las sobrevivientes de agresión sexual puedan salir a la luz y contar sus historias. Al salir, perdí mucho. Pero no me arrepiento.
Le pregunté sobre otro tema que probablemente no les interese a los periodistas: Las ramificaciones en el movimiento #MeToo de la presentación de Bill Clinton en la Convención Nacional Demócrata la semana entrante. Reade respondió:
Es inconcebible. Recuerda, soy una demócrata de toda la vida. Voté por él y creí en él. Es inconcebible que se le permita hablar y dice mucho sobre el Comité Nacional Demócrata... Como único se detiene la trata humana y la violencia sexual es denunciándola, arrojando luz sobre ella, y no permitir que estas personas sigan en el poder.
En cuanto a si muchos en los medios de comunicación la están llamando y hablando con ella, dice: "¿Las cadenas? No. Silencio total."
Durante una entrevista con Megyn Kelly el 8 de mayo, Reade declaró que llevó sus acusaciones de 1993 a la senadora Harris. En una entrevista del 17 de abril con el podcast del San Francisco Chronicle, Harris dijo de Reade: "Escuchen, esta mujer tiene derecho a contar su historia, y creo que eso, y creo que Joe Biden también cree eso". En la entrevista del podcast, Harris declaró sobre su futuro compañero de fórmula: "Ella tiene derecho a contar su historia, y no debería enfrentar ninguna repercusión por ello".
Reade hizo incapié en que las acusaciones de agresión sexual no deberían ser partidistas. Los periodistas que investigan agresivamente las reclamaciones contra conservadores y republicanos tienen la responsabilidad de hacerlo contra liberales y demócratas. Y dada la insistencia de Harris en que ella le cree a los acusadores de Biden, la prensa debe exigir respuestas sobre su decisión de ser parte de este boleto presidencial.
En mayo, MRC Latino publicó un estudio que mostró el encubrimiento de las acusaciones de Reade contra Biden, lo cual de por sí es un escándalo que muestra el giro hacia la izquierda que han dado estos medios.