En anticipación del primer debate entre los aspirantes a la candidatura presidencial del partido Demócrata, la puntera Hillary Clinton se sentó con la presentadora de Telemundo María Celeste Arrarás para una entrevista severa, punzante... ¡ah! ¿a quien se engaña? Toda la cosa fue prácticamente un aviso comercial de la campaña de Hillary.
La última vez que tuvimos a Arrarás en nuestro radar fue cuando desvirtuó porciones del discurso del papa Francisco en el Congreso con el propósito de denunciar como “hipócritas” a los conservadores descendientes de inmigrantes y que se oponen a una amnistía. Esta vez Arrarás no hizo esto, sino que prefirió presentarse como la anfitriona de un aviso informativo político corto.
La amplitud de las preguntas blandas de Arrarás se limitó muy estrechamente a la campaña, inmigración, Donald Trump y un poco de las fantasías de Restauración de los Clinton. Examiné la totalidad de la transcripción (cortesía de Telemundo News), y no pude encontrar las palabras “email”, “escándalo”, “fundación”, “reinicio” [de relaciones cordiales con Rusia] o “Benghazi”.
¿Fue Arrarás la que tomó la decisión editorial de que esos asuntos carecen de importancia para los televidentes de Telemundo o la decisión vino de otra parte? De cualquier manera, a sus televidentes los trataron cruelmente al sujetarlos a preguntas serviles como esta:
MARIA CELESTE ARRARAS: ...sobre Donald Trump, de todos los comentarios inflamatorios que él... él ha hecho sobre los hispanos (SUSPIRO), cual es el que ha sido más espantoso para usted?
Sí, señora Secretaria, ¿cuál de las declaraciones muy viles del malvado viejo Trump es a su parecer la más miserable? Ese fue el seguimiento de Arrarás a una pregunta sobre los planes de Clinton para "erradicar" la "diferencia de sueldo" de las mujeres hispanas, en los cuales la primerísima propuesta fue sugerir un aumento del salario mínimo.
Habría tenido sentido preguntar sobre el argumento opuesto acerca de los efectos perjudiciales de tal aumento salarial en las pequeñas empresas, dado que el sector de incremento más grande en propiedades de negocios es el de las mujeres hispanas. Pero eso habría interferido con darle servida a Clinton la pregunta sobre Trump, y su acumulación subsiguiente de quejas raciales.
Tampoco hubo seguimiento a las declaraciones de Clinton sobre amnistía para los infractores de las leyes contra conducir vehículos bajo la influencia del alcohol o de drogas. Pero el regalo más grande que le dieron aquí a Clinton fue la respuesta a la segunda pregunta de Arrarás, que bien puede resumirse como "¿por qué los hispanos la aman tanto?".
HILLARY CLINTON: Quiero defender a la comunidad hispana y luchar por ella en todo nuestro país porque yo conozco... yo... yo... yo he conocido a gente que estaba... trabajando en los campos cerca de donde yo me crié en Chicago y a sus hijos a través de mi iglesia cuando yo era una niña pequeña".
¿Ecos de la falsa afirmación de haber estado bajo fuego enemigo en Kosovo, o una declaración legítima? No lo sé, pero nunca había oído tal declaración antes, y Clinton ha estado bajo la atención del público durante mucho tiempo.
El reciente anuncio de Telemundo de su compromiso de ejercer un “periodismo sin agenda” es encomiable, como lo es su premisa de que los hispanos son completamente capaces de decidir sobre los hechos por sí mismos. Sin embargo, esta entrevista con Hillary Clinton es prueba positiva de que todavía quedan claras áreas de oportunidad antes de que cumpla la promesa de #yodecido.